
Inicios de una Comuna
Una vez instaurada definitivamente la república – cuya acta de independencia se firmaría en Talca un 12 de febrero de 1818 – comienza a establecerse una nueva nación. En el año 1835, se aplicó el primer censo oficial de población, el cual develó – en lo que a la comuna de Maule interesa – que la provincia de Talca, que había sido creada el 30 de agosto de 1833, se dividía en 17 subdelegaciones, las cuales a su vez contenían 6 curatos[1] y 472 fundos rústicos, que albergaban una población de 60.810 habitantes, éstos se distribuían en un territorio cuyos límites eran: por el norte el río Lontue, por el sur el río Maule, al oriente con la cordillera de los andes y al poniente con el océano pacífico. Destacan estas tierras por su abundancia en la producción de cereales, maderas y la crianza de todo tipo de ganado.
Para el año 1865, las tierras que conforman hoy esta comuna y que eran parte, específicamente, del Departamento de Talca, se conocían como las subdelegaciones de Colín, Duao y Queri[2], con una población que bordeaba para aquel entonces los 11.503 habitantes, siendo sus principales centros poblados Colín y Perales.
Ley de la Comuna Autónoma
En el año 1891 el Ministro del Interior del Gobierno de Jorge Montt[3], abogado Manuel José Irarrázaval Larraín, impresionado por el funcionamiento de diferentes comunas de países europeos, propone al presidente de la república la instalación en Chile de un nuevo sistema de administración municipal, que permita, al igual que en los ayuntamientos del viejo continente, que estos sean autosustentables y que puedan administrarse de forma independiente dentro de su respectiva área territorial. De esta forma surgirá una nueva ley orgánica de municipalidades, la que será conocida popularmente como ley de la comuna autónoma. El recién creado cuerpo legal buscará entonces dar mayor autonomía a la administración local a través de una municipalidad.
Para llevar a cabo esta iniciativa, la ley incluyó algunas modificaciones a su predecesora de 1854, tales como la eliminación de la injerencia municipal que ejercían intendentes, gobernadores y subdelegados, otorgándole mayores atribuciones a la junta de alcaldes y regidores. Del mismo modo en la antigua ley, firmada por el presidente de la república Manuel Montt, se había creado un resquicio denominado reclamo de ilegalidad, el cual permitía a un ciudadano advertir irregularidades cometidas por el poder comunal. Dicha ley en su artículo 114, citaba que “Cualquier ciudadano tiene el derecho de reclamar contra los acuerdos o resoluciones municipales dictados sobre negocios que no sean de la competencia del cuerpo, o en que se ha excedido de sus atribuciones, o en que se contraría una ley o disposición dictada por autoridad competente. Si la Municipalidad, ante quien se interpondrá el reclamo, resolviere declarando legal y legítimo el acuerdo, podrá el reclamante ocurrir al Consejo de Estado para que resuelva”. De esta manera el gobierno tendría la facultad de intervenir y mantener así el poder en situaciones determinadas. Sin embargo, con la entrada en vigencia de la nueva ley, estas observancias serían solo de resorte judicial a través de la corte suprema, quitándole poderes al estado y otorgando más facultades a la comuna.
Creación de la Municipalidad de Duao
Con esta remozada ley, el presidente Jorge Montt se amparará en el uso de las facultades concedidas en el artículo 113 de la Constitución de la República, y con el objeto de crear la base de este nuevo sistema municipal, procederá a crear 195 municipalidades, dentro de las cuales se encontrará el ayuntamiento de Duao. Con esta designación, al nuevo municipio se le asignarán las subdelegaciones N° 7 de Colín que alberga a los distritos de Chicón, Culenar, Querquel, Las Minas, Unihue y Perales, la Sub delegación N° 8 de Duao, la que está compuesta por los distritos de Maquegua, Maule, Quiñipeumo, Chacarillas y Pirque, finalmente la Sub delegación N° 9 de Queri, que alberga los distritos de San José de Duao, Monte Alegre y Queri, entre otros.
Para aquel entonces, el territorio comprendido para la administración de la Municipalidad de Duao contaba con alrededor de 11.000 habitantes y presentaba gran cantidad de fundos y estancias que operaban y daban vida a la agricultura de la ribera norte del Maule. Se encontraban en plena operación importantes polos de desarrollo originados en torno no tan solo a la labor agrícola, sino también a otras acciones como la extracción de oro. Esta instancia administrativa permitió entonces dar solución a una imperiosa necesidad – hasta ese momento inconclusa para sus pobladores – ya que los ahora “duainos” podrían contar por fin, con una unidad administradora que vele por los derechos de los coterráneos, de tal modo que no sea Talca ni sus ilustres ciudadanos quienes predominen a la hora de la toma de decisiones.
El sueño de la autonomía
En la Municipalidad de Duao – al igual que en muchas de las corporaciones creadas en el país en 1891 – el sueño de la comuna autónoma comenzó a verse seriamente afectado. Los motivos para esto sobraban, dentro de ellos y por nombrar algunos, se podría señalar la poca consciencia cívica existente en la población, el cohecho, los grandes terratenientes que ejerciendo presión ponían y sacaban alcaldes y regidores a su completo antojo, lo que generaba que las elecciones fueran generalmente un fraude, con letras mayúsculas. Por esta razón se realizarán algunas intervenciones del ejecutivo, en el gobierno de Ramón Barros Luco[4], donde se reformarán las leyes de elecciones, entre los años 1914 y 1915. Una de las medidas impuestas fue que las nuevas juntas electorales estarían compuestas solamente por los mayores contribuyentes de cada comuna, a los cuales se les encargaría la tarea de conformar la citada junta electoral para cada comuna. Los nombres de estos saldrán de un informe elaborado por el tesorero municipal, quien notificará sobre los mayores contribuyentes varones del territorio, los que – en el caso de Duao – no podrán superar los 20. De este número se realizará una votación tendiente a elegir las 7 primeras mayorías, dentro de la cual el presidente será el más votado y el secretario el que obtenga la segunda mayoría.
Aparentemente la causa final de estos cambios no tenía mucho que ver con lo que sucedía en cada comuna en particular, sino que más bien con la notable pérdida de poder que había sufrido el ejecutivo sobre el electorado; esto, dado sin duda, porque los municipios ahora contaban con alcaldes y regidores cada vez más empoderados de las facultades que les otorgaba esta ley. De tal modo que ya no se podían manipular las elecciones que verdaderamente importaban, es decir, las nacionales.
En definitiva, con la nueva Asamblea de Mayores Contribuyentes, que asumirá el poder de las juntas electorales, se devolverá en cierto modo el poder al gobierno, a través de la clase más acomodada en desmedró de la clase popular. Es indudable que los gobiernos locales están aún en pañales. El desarrollo del país pareciera avanzar independientemente del poder comunal, sin embargo, comenzará a crecer la fuerza social que a larga producirá grandes cambios y transformaciones en la vida civil de nuestro país.
En lo que concierne a nuestra naciente comuna, lamentablemente y producto principalmente de no contar con registros fidedignos, no conocemos quienes fueron los primeros ciudadanos en ocupar las plazas de alcaldes y regidores. Contándose solo con antecedentes a partir del año 1912, fecha en la que aparece como primera autoridad comunal don Víctor García Fernández, y como regidores[5] los señores René Labbé Letelier, Clodomiro Concha y don Pedro Albornoz.
Se puede determinar además, que a don Víctor García Fernández, le sucedieron don Cupertino Gaete (1918-1920), Clodomiro Concha – que gobernó algunos meses del año 1920, debido a la destitución que sufriría el alcalde Gaete a petición de la mayoría de los regidores, por encontrar que no tenía las competencias para llevar adelante tan demandante labor –, don René Labbé Letelier, entre los años 1920 y 1921, don Carlos Concha Muñoz, electo en 1921 y quien sería el primer alcalde en fallecer durante el ejercicio de sus funciones, ese mismo año se elige en su reemplazo a don Oscar Salamanca, el que presidió hasta el año 1924, fecha en la cual asume el gobierno local don Carlos Garzena Dueñas.
Tiempos convulsionados
Los comienzos de los años 20 – socialmente hablando – definitivamente no fueron los mejores. Había mucho descontento en la ciudadanía y la clase política a nivel nacional se encontraba además completamente desprestigiada. Este hecho llegaría a su punto máximo cuando en el año 1924, los militares se manifestaron arrastrando sus sables en el mármol del congreso nacional, acto que quedaría registrado en la memoria de Chile dándose a conocer como “Ruido de Sables”, acción que demostró la molestia nos solo de la ciudadania en general, sino también de oficiales de menor jerarquía que se veían afectados por un gobierno impávido que había sobrepuesto los interés de unos pocos por sobre los intereses de muchos. Tras esto, se formará una Junta Militar que “solicitará” formalmente al presidente la presentación de proyectos sociales, a lo que el mandatario – ante el temor de un golpe de estado – accederá prontamente, pasando a trámite legislativo en tan solo dos días lo requerido. A pesar de esta ágil maniobra, el estado continuaría en crisis, y la Junta Militar no solo se conformará con lo anterior, sino que ahora exigirá también la disolución del congreso. Tal acción – y la fuerte presión ejercida por los militares – obligan al Presidentede la República Arturo Alessandri Palma – conocido popularmente como León de Tarapaca – a renunciar a su cargo.
Con este “golpe de estado”, la Junta Militar nombrará un presidente interino, que tendrá como primeras medidas no tan solo disolver al congreso, sino también dictar un decreto de ley que derogará la ley de municipalidades de 1891; esto último en razón a la debacle moral instalada en los municipios y la grave crisis económica que arrastraban, ya que muchos de estos eran incapaces incluso de sustentarse.
El 23 de enero de 1925, se producirá un nuevo movimiento militar liderado esta vez por el Coronel Carlos Ibáñez del Campo, quien depondrá a la junta militar gobernante y permitirá el retorno de Alessandri Palma para que pueda terminar efectivamente su mandato. En su retorno, se abocará a crear – no sin pocas presiones – una nueva constitución política. Carta fundamental que sería firmada un 18 de septiembre de 1925. En ésta, se modificará de gran forma el sistema municipal chileno, determinando – entre otras cosas – que la nueva división política del estado sería en provincias, las cuales a su vez se dividirían en comunas que equivaldrían a la división política denominada subdelegaciones o bien, a un grupo de ellas. Ratifica además que la administración local de la comuna seguirá recayendo en una Municipalidad, la cual al constituirse designaría a un alcalde, quien presidiría y ejecutaría las resoluciones que ahí se determinasen, se dispuso a su vez que los municipios tendrían regidores, los que – en el caso de nuestra comuna y de acuerdo a su población – no podrían ser menos de cinco, su mandato duraría tres años y sería gratuito e inexcusable.
Esta nueva constitución, sumado a lo que se estableció en el Decreto Ley N° 740, firmado el 7 de diciembre de 1925, sobre elección, organización y atribuciones de las municipalidades, determinaron las responsabilidades que tendrían los gobiernos locales, destacándose entre ellas: cuidar de la policía, de salubridad, comodidad, ornato y recreo, promover la educación, la agricultura, la industria y el comercio, cuidar de la construcción y reparación de los caminos, calzadas, puentes y de todas las obras de necesidad y utilidad que se costeen con fondos municipales. Se dispuso también que las municipalidades estuvieran sometidas a la vigilancia correccional y económica de una Asamblea Provincial, la cual incluso tendría el poder de disolverlas. Volviendo a la concentración de poder dispuesta en la ley de municipalidades de 1854.
Otra acción que se debe considerar, es la modificación de la composición de las juntas electorales, que pasarían a estar compuestas por comisiones empadronadoras permanentes, que integrarán entre sus miembros al oficial del registro civil de cada comuna, al tesorero municipal y a un delegado de la oficina de identificación. Como dato anecdótico, se puede mencionar que a cada uno de estos se les cancelará un peso por cada ciudadano inscrito en el padrón electoral.
Inconvenientes para gobernar
Durante la mayor cantidad del tiempo que el ayuntamiento se ubicó en el sector de Duao, las autoridades responsables de guiar los destinos de esta nueva comuna se vieron enfrentados a múltiples inconvenientes que hacían que fuera muy difícil llevar adelante un gobierno comunal. Por un lado, debieron luchar con la escasez de recursos, pero serán sin embargo lo disperso de sus principales zonas de asentamiento población y la ubicación de los principales servicios públicos la principal causa, parecía que todo estaba en contra de los deseos de los primeros hombres públicos de la comuna. Sin embargo, la situación empezó a cambiar favorablemente en el transcurso de los próximos años cuando el ejecutivo comenzó a trabajar en lo que sería la nueva división comunal que se implementará en el país.
En la sesión municipal celebrada el día 18 de mayo de 1927, y una vez revisada y analizada la nota de la Intendencia de Talca, la que transcribe la circular N° 19 del Ministerio del Interior de fecha 25 de marzo de ese mismo año, en la que se informa al municipio que la nueva división comunal que les afectará, ratifica como capital comunal la localidad de Duao. Debido a esto y viendo la gran oportunidad de promover un cambio y establecer de este forma una nueva capital para la comuna, la sala decide con la unanimidad de sus miembros manifestar al Ministerio del Interior el completo desacuerdo a dicho acto administrativo, y decide entonces, enviar una nota en la cual da a conocer los argumentos por los que se debe considerar como una mejor alternativa la opción de trasladar la capital situándola en la entonces aldea de Maule, esto, como una forma, de solucionar de una vez los muchos problemas que la han afectado por años.
“Es de opinión de esta Junta de Vecinos que debe tenerse como capital de esta agrupación, al pueblo denominado Maule, por las siguientes razones: éste se encuentra en el punto céntrico de la agrupación; en el está ubicada la principal propiedad raíz municipal y todas las oficinas municipales; pasan por él, la red central de los Ferrocarriles del Estado, donde está la Estación Maule, que recibe la mayor cantidad de productos de la comuna y pasa también el camino longitudinal[6], que será muy pronto la vía principal donde comienza la mayor parte del movimiento de la comuna”
Esta circunstancia generó una encendida controversia con los vecinos de la localidad de Colín, quienes a su vez, vieron en esta maniobra la posibilidad de conformar su propia comuna, de este modo, se dispusieron a reunir firmas y enviar una carta al entonces Vicepresidente de la República, Carlos Ibáñez del Campo[7]. En la misiva, solicitaban no acoger el requerimiento planteado por la corporación municipal, mientras la intendencia de Talca no enviara a la zona una comisión a inspeccionar sobre la gran distancia que tenía esta zona, la cual señalaban que sería hasta Vilches por su entorno oriente y que en total correspondería alrededor de 86 leguas cuadradas. Por este hecho exigían, lisa y llanamente, que la comuna fuera divida en dos, quedando en este caso Colín con su capital Colín, y Duao con su capital Duao. Expresan además que la Junta de Vecinos de Duao – nombre con que se denominaban en aquel entonces los gobiernos comunales – habría solicitado equivocadamente el traslado del Cementerio de Colín a Maule, no advirtiendo que aquel campo santo no era de propiedad fiscal sino parroquial, razón por la cual solo quedaba la posibilidad de denegar tal requerimiento. Solicitaban que no se accediera a la petición del traslado de la oficina del registro civil ubicada en Colín, en virtud a que los habitantes de Duao concurrían a la Oficina del Registro Civil de San Clemente, y los de Colín a las dependencias ubicadas en esa localidad, por lo que era innecesario acceder a esa demanda.
Informada la Junta de Vecinos del audaz movimiento emprendido por los habitantes de Colín, se disponen a realizar una jugada más enérgica aún, con el único afán de ahuyentar de una vez por todas, cualquier idea independentista alojada en la cabeza de estos nobles de Colín. Intentado demostrar con números la inviabilidad económica de acceder a la petición de crear dos comunas.
“La Sub delegación de Colín, que se pretende independizar de la comuna de Duao, queda en el extremo poniente de ésta; sus propiedades raíces arrojan un total de avalúo que asciende a $7.824,620.-; que si de éste avalúo más el 10% por mobiliario se cobra el impuesto bienes raíces a razón del 3% y se rebaja el 1%, que corresponde al fisco por la parte que debe entregar la municipalidad, por la ley de caminos, quedaría la suma de $17.996,63.-; que a esto debe descontarse el porcentaje que cada municipio debe contribuir para cumplir con las leyes de educación primaria, sanidad, caja de empleados, etc. La futura comuna de colín se vería en la completa imposibilidad de poder atender sus servicios”[8]
Del mismo modo, incluyen en la misma una alternativa sobre la solicitud de oficina de registro civil “Además que en cuanto a la solicitud del traslado de la oficina de registro civil desde Colín al emergente pueblo de Maule, de no poder acceder a tal petitorio se pueda gestionar ante quien corresponda la creación de otro registro para este pueblo”.
Creación de la Comuna de Maule
El 5 de agosto de 1927, cuando ya había asumido el cargo de Presidente de la República en propiedad, Carlos Ibáñez del Campo quien dicta un decreto ley que crea el Departamento de Geografía Administrativa, cuyo objeto era estudiar todos los problemas relacionados con la división político-administrativa que se generaron en esta implementación y de las que además había acusado la corporación de Duao. Todo el trabajo en cuestión, más el informe de la comisión evacuado en octubre de ese mismo año, finaliza con la dictación del Decreto ley 8.582, de fecha 30 de diciembre de 1927, en donde se establece la nueva división administrativa del país, la cual cita dentro de sus considerandos los siguiente:
“la conveniencia de dividir administrativamente al país, atendiendo a la necesidades efectivas y a las características propias de las diversas regiones y localidades, como ser, la situación geográfica, la población, los medios de comunicación, las facilidades que deben darse a la administración de justicia y las relaciones sociales y económicas de aquellas, en forma que el núcleo administrativo corresponda a una zona unida por comunidad de intereses, constituyendo un centro natural de cultura y progreso”, cita además la exagerada división existente, que no tiene una ascendencia real a los problemas que afectan a las diferentes zonas, culpa también a esta de los retardos y tropiezos en la acción gubernativa.
De este modo, el entonces Presidente de la República y amparado en el marco de las amplias facultades que le había otorgado el congreso, con igual fecha que su decreto de división político administrativa, dicta el Decreto Supremo N° 8.583 a través del cual se crean nuevas comunas, siendo una de ellas la comuna Duao, la que pasará a llamarse a partir de ese entonces como Maule, en honor al Río del mismo nombre que cruza la zona, y obedeciendo en parte el deseo de los municipales que exigieron el cambio de ubicación. A modo personal considero, que dicha acción obedeció a una salida más bien salomónica al tema en conflicto y que tenía en pie de guerra a los ciudadanos de Colín como de Duao, pues los primeros habían solicitado la creación de dos comunas y los duainos solicitaban solo el cambio de la capital comunal. Quizá no se justificaba el crear más comunas en virtud a las dificultades económicas ya manifestadas por las ya existentes. De todas formas las disposiciones de Ibáñez del Campo no eran materia de discusión, por lo que todo queda oleado y sacramentado a través de este último decreto, que trajo consigo el nacimiento de la nueva comuna de Maule, acción legal que entraría en vigencia a partir de febrero del año 1928.
Para aquel entonces, la comuna de Maule contaba con una población de 9.493 habitantes, de los cuales, 4.910 corresponden a hombres y 4.583 a mujeres, quizá a muchos intrigue, el porqué la población en vez de aumentar disminuya o aumente en niveles muy bajos, la explicación es simple, la alta tasa de mortalidad que se manifiesta en el país en el periodo comprendido entre 1835 y 1930, no permite un aumento significativo de la población, cambiando radicalmente a partir del año 1940 gracias a políticas que permitirán desarrollar acciones concretas como una mayor cobertura educacional, leyes laborales, masificación de las vacunas y la creación del Servicio Nacional de Salud en el año 1952, unidad que vino a fusionar y modernizar a unidades tales como el Servicio Nacional de Salubridad y la Caja del Seguro Obrero, entre otros.
El punto de discordia
Con la creación de la comuna de Maule, nacerá una profunda controversia, que al parecer nadie observó en aquel entonces – ya que no existen registros claros de que así hubiere ocurrido – esta polémica trata de que la nueva comuna sea continuadora de la Municipalidad de Duao, ya que solo se trató de un cambio de nombre y ubicación del ayuntamiento, manteniéndose inclusive el mismo alcalde, don Carlos Garzena Dueñas, se mantiene a su vez las subdelegaciones de Colín, Duao y Queri. Por esta simple pero no menos importante razón, Maule estaría hoy pronta a cumplir 130 años de vida.
“En este decreto hubo manifiestos errores de precisión: no se dijo, por ejemplo, en el caso de Maule, que ésta era continuadora legal de la de Duao y, al determinarla, sólo mencionó la fundación de la comuna de Maule, que comprendería “Las antiguas subdelegaciones” de Colín, Duao y Queri.
De hecho, las primeras actas de la sala de regidores, establecían claramente que aquella era la comuna de Maule, para estamparse entre paréntesis “Ex Duao”, lo cual fundamenta nuestro argumento”[9].
Si bien, esta situación no representa mayor gravedad, históricamente es muy importante. Cuando se revisan las actas municipales de aquellos años, pareciera que fue algo sin mayor importancia, como señala González Colville, solo se estampa un Ex Duao. Sin embargo, se mantienen su alcalde, sus regidores, su secretario municipal, sus funcionarios, sus propiedades, es decir, no cambia absolutamente nada. Sería poco acucioso no contabilizar esos años como parte de la edad de la comuna, pues en definitiva es – sin dudar alguna – parte de la historia de Maule.
[1]Curatos, era el territorio que comprendía una parroquia o radio de acción de un cura
[2]Queri.-—Caserío del departamento de Talca situado en la parte cercana á la margen norte del río Maule y á corta distancia hacia el E. de Duao. Tiene estafeta y unos pocos habitantes, y en su contorno terrenos cultivados ó cortas heredades de su propio nombre.-—También se halla en la ribera opuesta del río, departamento de linares, un paraje de igual denominación, Diccionario Geográfico de la República de Chile de1899, de Francisco Solano Asta-Buruaga y Cienfuegos.
[3]Presidente de la República entre los años 1891 y 1896
[4]Presidente de la República entre los años 1910 y 1915
[5]Regidores era el nombre con que eran conocidos los actuales concejales, la característica de estos era que debían supervisar la labor del alcalde y no podían ejerce ningún otro cargo municipal.
[6]La vía principal, nace en el año 1925, con la creación del Departamento de Caminos del Ministerio, en ese mismo año, se reúnen en Buenos Aires representantes viales de los países de las tres Américas, concluyendo, entre los acuerdos principales, como tarea primordial construir una carretera que enlazara a todos estos países, lo que hoy día se conoce como la Carretera Panamericana y que para aquel entonces era una camino ripiado que unían Arica por el Norte hasta Puerto Montt por el sur con una extensión de 3.000 kilómetros, dicho camino estaría definitivamente pavimentado a fines del año 1964.
[7]Si bien es cierto en un inicio Carlos Ibáñez del Campo, había actuado como Ministro de Guerra en el gobierno de Emiliano Figueroa Larraín, la historia nos cuenta que era el propio Ibáñez quien dirigía los hilos del país, amparado en el poder que incondicionalmente le entregaba el ejército. Por esta razón y basado en las presiones ejercidas por el comité militar, Figueroa lo designa como Ministro del Interior, esta acción le permitiría por derecho propio acceder automáticamente a la vicepresidencia de la nación, paradójicamente este hecho se concreta un 4 de mayo de 1927, fecha en la que el Presidente en ejercicio opta por renunciar al cargo de primer mandatario de la república.
[8]Sesión Ordinaria del 6 de Julio de 1927, desarrollada por el secretario Municipal don Julio Rojas.
[9]Comuna de Maule, Puerta de la Historia de Chile, Jaime González Colville