Maule en la independencia


Otro hito importante referente a nuestra comuna, surgió en los primeros años del gobierno autónomo[1] de Chile. Con José Miguel Carrera ya instalado en el poder, se generaron diversas desavenencias que desembocaron en una inminente revolución que lideró el mendocino y penquista por adopción Juan Martínez de Rozas defendiendo la provincia de Concepción, su decisión hizo tambalear la estructura del naciente régimen. Esta situación se originó en virtud a que los sureños estaban agobiados del gobierno y alegaban poca representatividad, por estas circunstancias intentaban motivar una sedición para deponer a Carrera. Con el objeto de resolver esta inquietante postura, bajar los ánimos revolucionarios  y lograr acuerdos, el General Carrera se convocó junto al líder penquista para concretar una solución “amistosa”. Acción llevada a cabo en el renombrado Fuerte ubicado en las proximidades de Duao. Así lo corrobora Francisco Solano Asta-Buruaga y Cienfuegos “La conferencia tenida aquí (El Fuerte) á principios de abril de 1812 entre los plenipotenciarios de Santiago y Concepción, general Don José Miguel Carrera y Don Juan Martínez de Rozas, para armonizar los intereses patrióticos entre esas dos grandes secciones de la nueva República”. Por su parte Carrera lo señala textual en su diario militar “Muy pronto llegué a aquel destino. Rozas estaba al otro lado del Maule y yo lo provoqué a una entrevista que se verificó al sur del mismo río. Retiré a Talca todas mis guardias y lo esperé en la orilla del río con cuatro oficiales y tres ordenanzas. Rozas llegó con gran acompañamiento y pasó el último brazo del río con la música de sus dragones. Comimos juntos aquel día, y en la tarde se despidió, quedando de ir a Talca al día siguiente”.

Claudio Gay, en su Historia de Chile también se refiere a este hecho: Hallándose los jefes reunidos, se pensó en formar un consejo de guerra para tratar de las consecuencias que podría tener cierto ruido, esparcido por un Franciscano, de que Carrera proyectaba revolucionar la provincia y ponerla a fuego y a sangre. En dicho consejo, se decidió que se se fuese a acampar a la villa de Linares y que Rosas, con algunas tropas, marchase a las orillas del Maule para tener una entrevista con Carrera, entrevista que el mismo Carrera deseaba con anhelo.

La providencia quiso infurndir prudencia a aquellos buenos corazones, que las pasiones habían enconado uno contra otro, y esta entrevista se verificó en el Fuerte viejo, al norte del río Maule, convertido, en aquella ocasión, en una especie de rubicondo para los ambiciosos opuestos. Después de haberse prometido, recíprocamente, sincera y franca amistad, entraron en conferencia. Hablando Rosas en nombre de la Asamblea, pidió la aceptación del tratado que por el conducto de su delegado O’Higgins le había sido enviado, y en el cual se estipulaba la convocación de un congreso, el nombramiento de un nuevo poder ejecutivo y sobretodo el establecimiento de un gobierno realmente representativo.

La reunión sostenida logró acercar las posturas disidentes, limó asperezas y despejó – hasta cierto punto – el mal clima que se estaba viviendo. Con todo esto, se logró evitar la que pudo ser la primera guerra civil de nuestra historia y del mismo modo fortalecer la “unidad” para enfrentar los duros tiempos que se avecinaban.

Soplan aires de independencia

A fines del año 1812, el Virrey del Perú, José Fernando de Abascal, conocedor de los hechos suscitados en el reino de Chile y los movimientos de los políticos criollos, ejecuta gestiones con la intención de poner un corte inmediato a estas intenciones independentistas. En ese tenor decide enviar a un experimentado marino español para volver las cosas a su lugar. Se trata del Brigadier Antonio Pareja y Cabra, quien bajo el título de Gobernador y Capitán General del Reino de Chile arribará a las costas de Chiloé y Valdivia a fines de ese mismo año. En estas zonas, reunirá a hombres leales a la corona y conformará un importante ejército con el cual intentará deponer a los emancipadores.

El gobierno chileno alertado del avance español nombró a José Miguel Carrera, como General del Ejército de la Frontera, entregándole en sus manos la responsabilidad de la  defensa de Chile, dándole carta blanca y plena libertad para ejecutar las acciones que fuesen necesarias. Esto sin embargo, no habría sido bien visto por muchos patriotas quienes percibían en su juventud (27 años), como también, en su carácter impetuoso una gran debilidad para el proyecto emprendido.

Los patriotas, conocedores de la caída de Concepción y del paso seguro que traían Pareja y su ejército hacia el norte, optaron por hacerse de la barrera natural que representaba el río Maule para detener su avance.

“Avanzaba el enemigo sobre Linares, y como tuviese ya la fuerza de Granaderos, quise hacer la resistencia a la vanguardia enemiga y posicionarme de Linares, antes que Elorreaga lo ocupase con su división. Para esto hice que O’Higgins avanzase con la división de Bobadilla, y yo, acompañado del Coronel Mackena. Con la Guardia General y parte de la Nacional, me dirigí por el Duao para proteger a O’Higgins, y, si me era posible, batir a la vanguardia enemiga, trasladar el cuartel general a Yerbas Buenas, o al mismo Linares. Esta noticia me comunicó la guerrilla de observación cuando estaba yo tres leguas al sur del Maule. Mandé que O’Higgins se replegase sobre Bobadilla; en este momento se unió Luis (Luis de la Carrera y Verdugo, hermano menor del general) a la división, reforcé algo más aquel punto y me replegué a Talca para seguir la organización del ejército”. A través de este relato, José Miguel Carrera da cuenta de los primeros acontecimientos de la defensa de Chile y de la importancia que tendría el río Maule.

Carrera continúa narrando: “Mandé que la división de Bobadilla se replegase al norte del Maule, y que tomase posesión del paso de Paredones, al este de Duao, este punto fue ocupado en la tarde por la segunda división[2]

“La tercera división, compuesta por la Guardia Nacional, Guardia General, y regimientos Príncipe y Princesa, con cuatro piezas volantes, salió hacia el Maule y se sitúo como cuerpo de reserva a una legua a retaguardia de la segunda división”[3]

Sin lugar a dudas las tierras que hoy conforman nuestra comuna, principalmente sobre la ribera norte del río, eran testigo privilegiado de los primeros intentos de guerra.

“El enemigo avanzó sobre el Maule con una división de cuatrocientos hombres, a las órdenes de Idelfonso Elorreaga, con el objeto de reconocer nuestra línea. Era imposible semejante reconocimiento sin que pasasen el río que está cubierto de bosques, entre los que se escondían nuestras tropas. Al mismo tiempo se presentó el Sargento Mayor Estanislao Varela, del regimiento de Rere, con un oficio de Pareja, intimándome la rendición y ofreciéndome a nombre del Virrey grandes ventajas. Cuando lo estaba leyendo, me avisaron que en el paso de Bobadilla[4] las guerrilas enemigas me habían muerto dos centinelas del regimiento San Fernando. Me acaloró bastante este ruin procedimiento y determiné no contestar a Pareja hasta haberle vuelto la mano, pasándole a cuchillo la primera partida que pudiese sorprenderle o, si era posible ejecutar este castigo en la misma división que vino al reconocimiento”[5]

Carrera aún sentido con lo sucedido, pues no aceptaba que mientras se negociaba se hubiera dado muerte a dos de sus soldados, envía a un contingente militar dirigido por el Coronel Portales y compuesto por unos trescientos hombres para sorprender la vanguardia dirigida por Elorrega, y poder –como él había señalado– “devolverle la mano”. El General patriota sabía que el grueso del ejército de Pareja se encontraba a unas 7 leguas[6] al sur del río  razón por la que su intención era solo la vanguardia. No se sabe a ciencia cierta porqué el Coronel Portales no completo la misión, y tomó su lugar el Coronel Juan de Dios Puga, quien al no encontrar la avanzada –la cual debía estar a no más de una legua al sur del río– siguió fuera de toda instrucción hacía el sur, donde vio fogatas encendidas y desorientado y sin saber, se dejó caer sobre aquel campamento sin sospechar siquiera que se trataba del ejército de Pareja, esta trepidaría pero poco provechosa acción sería conocida como la sorpresa de Yerbas Buenas.

Al día siguiente de lo ocurrido en Yerbas Buenas, el Brigadier Pareja aun lleno de furia, hizo avanzar sus tropas sobre el Maule con la intención de atravesarlo y apoderarse de Talca, –según Claudio Gay, Pareja pensaba que era más valioso ir a tentar la fortuna en la tierra del enemigo que esperarlo en su frontera– esa misma noche Pareja logró situarse sobre la banda sur del río, a la altura de Queri. En aquel lugar fue constantemente observado por los dragones y húsares de Luis Carrera que se encontraban en las cercanías de Duao, más precisamente en el Fuerte viejo donde la primera división aguardaba la orden para entrar en batalla.

La tensión era extrema en aquel curso de agua, las avanzadas de ambos ejércitos se movían de oriente a poniente en relación al río, unos buscaban cruzar otros lo intentaban impedir. “Los movimientos del enemigo hacía trabajar demasiado a nuestra caballería en los pedregales del río, y la poca disciplina de mis tropas prometía mal éxito si se empeñaba acción. Lo boscoso del terreno no dejaba maniobrar la caballería, y si el enemigo quería, podía muy bien pasar el río y envolvernos” así lo relataba Carrera en su diario militar.

Este movimiento constante del ejército patriota, hacía que las divisiones se instalaran en diferentes sectores, Santa Rosa de Lavaderos, Pueblecillo, Maule, Cerrillo Caivan[7], Unihue[8], El Fuerte, Duao, Queri y Paredones, prueba inequívoca de la importancia de lo vivido en esta tierra.

Finalmente Pareja, producto de una rebelión de los batallones Valdivia y Chiloé, quienes se negaban a cruzar el Maule, principalmente porque alegaban que su alistamiento solo les obligaba a participar en el sometimiento de la provincia de Concepción y no a ir más allá. A esto se sumó también, lo vano que resultaron los intentos de traspasar el infranqueable río –acción que nunca pudo ejecutar– decide volver sobre sus líneas y replegarse hasta Chillán, lugar al cual los religiosos franciscanos que los acompañaban le aconsejaron ir a tomar cuarteles de invierno. –Según Gay, Pareja en su parte al virey Abascal, no le mencionó la insurrección sufrida, sino que le señaló que no había pasado el río, porque temió una crecida de éste por lo avanzado de la estación y que estando en la banda norte con el enemigo sobre él tuviera cortada la retirada y se hallase sin recursos necesarios para la subsistencia de la tropa–. Luego de la retirada de Pareja y los realistas, el ejército patriota cruza el Maule y avanza al sur persiguiéndolo, en el acto se producen diversas escaramuzas con la retaguardia realista, entre tanto el General Pareja contrae una misteriosa fiebre que le llevará a la muerte un 21 Mayo 1813.

Abascal, envía refuerzos a Chile a cargo del Brigadier Gabino Gainza a tomar el mando de las legiones realistas que hasta el momento eran lideradas por Juan Francisco Sánchez quien había asumido el mando tras la muerte de Antonio Pareja. Los nuevos refuerzos realistas vinieron a dar nuevos bríos a la defensa española y aquello significó una serie de esfuerzos y calamidades en ambos bandos, sin embargo pudieron llegar nuevamente a la banda del río Maule y no solo eso sino también traspasarlo con inusitada facilidad, causando con ello el repliegue de la mayor parte del ejército patriota, dejando hasta el mismo Talca, la cual era punto de unión entre Santiago y Concepción, sin mayor protección que la del valiente Carlos Spano y poco más de cien hombres, que pagaron con su vida la defensa de aquella ciudad el 4 de marzo 1814, quienes no alcanzaron a recibir los refuerzos de la escolta de Mackena que cruzó el Maule por la altura del Barco (Santa Rosa de Lavaderos) –Rafael Bascuñan, quien dirigía la escolta tenía sobrados antecedentes de que tanto Bobadilla como Duao ya habían sido asegurados por los realistas razón por la que optó por este cruce.

A sabiendas O´Higgins que el ejército realista avanzaba sobre Santiago y que Talca no se encontraba lo suficientemente guarnecida, apuró su paso sobre el Maule, acampando en el sector del vado que el río ofrecía en  Duao. O’Higgins, debió no solo hacer frente a los realistas que se encontraban al otro lado del río sino también a quienes le seguían desde el sur. Por esta razón, envió a 400 soldados a realizar escaramuzas contra quienes le perseguían, de tal manera de realizar de la mejor forma el cruce. “a su vuelta se encontró con que sus oficiales eran de contrario parecer suyo y que estaban completamente decididos a forzar el paso, a pesar de la ventajosa posición del enemigo. Este hubiera sido el partido mas prudente y probablemente el que mas convenía a los patriotas si el ejército de Gainza hubiere estado a mayor distancia; pero hallándose tan cerca era imposible que en el desorden, siempre inevitable al pasar un río de tan difícil acceso y en presencia del ejército enemigo, dejara de haber muchas pérdidas, equivalentes quizá a una derrota, y entonces quedaba muy comprometida la suerte de Santiago” (Gay)

Finalmente O’Higgins, dispuso un señuelo en el vado de Duao. Se encendieron fogatas aquella noche para hacer pensar a Calvo –que le esperaba en Duao–, que el ejército aun se mantenía en aquel lugar e hizo cruzar por el sector de Queri a doscientos dragones al mando de don Enrique Campino, de tal manera que fueran estos quienes resistieran a los realistas mientras el grueso del ejército cruzaba por Duao. Mientras todo esto ocurría Gainza en su intención de llegar a Santiago antes que O´Higgins, cruzaba el Maule, no sin dificultad, por el vado de Bobadilla.

De ahí en más, la refriega produjo gran desgaste en ambos bandos producto del combatir constante de lugar en lugar, a esto se vino a sumar la proximidad del invierno, Gainza decide volver sobre Talca y los patriotas se quedan en Quechereguas. Finalmente el virey Abascal autoriza negociar un armisticio, tratado que se firma en un improvisado rancho a orillas del río Lircay el 3 de mayo 1814, donde Gainza en representación del rey y O´Higgins y el general Mackena en representación de la nueva nación, pactan el cese del fuego en lo que se conocerá con los años como el Tratado de Lircay[9]. De esta forma el río Maule se convertirá nuevamente en la división natural de los ejércitos, Los realistas al sur de éste con asiento en Chillán y el patriota en la banda norte con sede en Talca.

Reconquista española.

El Virrey del Perú desconoció completamente la firma de este último tratado, y acusó a Gainza de que su actuar no había representado los intereses de la corona. Por tal motivo, los destituyó, lo envió a un consejo de guerra y designó en su lugar al Brigadier Mariano Osorio para iniciar la reconquista de Chile. Osorio, zarpó desde el Puerto del Callao en julio de 1814 y arribó al puerto de Talcahuano el 12 de agosto de ese mismo año, con una importante fuerza expedicionaria donde su único propósito era liberar al reino de los independentistas criollos. Entre su avance libertador y el de sus antecesores, la gran diferencia se encuentra en que esta vez el General realista logró cruzar el Maule y no tuvo mayores inconvenientes para avanzar a paso firme hacia el norte, tomando primeramente Talca, derrotando completamente después al ejército patriota en Rancagua y finalmente haciéndose de Santiago restaurando de paso el Reino de Chile para la Corona Española.

El Ejército libertador de los Andes

Luego del desastre de Rancagua, gran parte de los oficiales y políticos chilenos fueron desterrados al archipiélago de Juan Fernández, sin embargo, otros patriotas huyeron del país con destino a Argentina, en donde pudieron conformar un nuevo ejército de alrededor de 4 mil hombres que se denominó Ejército Libertador de Los Andes, el cual era liderado por el General trasandino José de San Martín. A principios del año 1817, este ejército –dividido en tres grupos de dos batallones cada uno– logró cruzar de forma sincronizada la cordillera en un trayecto que cubría las ciudades de Copiapó y Talca. El grueso de este ejército se concentró en el centro, acción con la que pudieron –tras la Batalla de Chacabuco– tomar Santiago y restituir el gobierno independiente, haciendo que los realistas retrocedieran nuevamente a Concepción.

Osorio nuevamente intenta reconquistar Chile

Con esta nueva acción independentista, el Virrey del Perú decide enviar por segunda vez al otrora Gobernador de Chile, Brigadier Mariano Osorio, con la intención de repetir el éxito de la expedición de 1814. Osorio recala nuevamente en Talcahuano y comienza a avanzar hacia el norte confiado en los pergaminos obtenidos en estas tierras algunos años antes.

El General O´Higgins –conocedor del arribo de Osorio y el avance hacia el norte– decide instalar parte de su ejército a la altura de lo que hoy es la cabecera comunal de Maule y procede acordonar la ribera norte del río. El historiador Diego Barros Arana señala que las huestes patriotas se vieron engrosadas por campesinos aledaños, quienes suplían su nula instrucción militar con la experiencia que les otorgaba el conocer perfectamente estos lugares, prestando un servicio importante en las escaramuzas de reconocimiento.

Siguiendo las instrucciones del general San-Martin, O’Higgins colocó su ejército en Camarico, cinco leguas al norte de Talca, dejando siempre al teniente coronel Freire, a la cabeza de una columna volante de caballería, situado en las inmediaciones del Maule, con encargo de observar los movimientos del enemigo” (Barros Arana)

San Martín dudaba que Osorio se atreviera a cruzar el Maule a sabiendas que en la ribera norte se hallaba una fuerza patriota de casi seis mil hombres, pensaron que solo hacía maniobras distractoras para movilizar el grueso de su ejército por mar a las proximidades de Santiago, esta razón tal vez explique por qué no reforzaron mayormente el río, lo que permitió que la primera avanzada realista (mil hombres aproximadamente) a cargo del Coronel Morgado lo atravesara sin mayor contratiempo por Duao el 27 de febrero de 1818. Y que en los días siguientes –alrededor de una semana– lograran pasar por dicho lugar todo el grueso de la fuerza extranjera, incluyendo la pesada artillería. Siendo un 4 de marzo de ese mismo año cuando lo atravesaría de igual manera el galardonado brigadier Osorio, quien sin adversidad alguna volverá a ocupar la ciudad de Talca. Por su parte, el Coronel Ramón Freire –quizás siguiendo instrucciones– solo se limitó a realizar acciones de observancia y hostilizar a los españoles pero evitando entrar en una acción mayor.

Los hechos expresados en este proceso independentista nos hablan de la importancia del río Maule en aquella temprana etapa de nuestra historia republicana, y nos cuenta además lo relevante que fue la ribera norte – es decir la tierras de la comuna de Maule– para el desarrollo de ésta.

Bibliografía

Gay, C. (s.f.). Historia de Chile.

Barros Arana, D. (s.f.). Historia general de la Independencia de Chile, Tomo 4.


[1]El 18 de septiembre de 1810, luego de la captura del Rey de España, Fernando VII a manos de Napoleón Bonaparte, la gobernación de Chile, creó su propia Junta Nacional de Gobierno, si bien es cierto el principal fin era velar por el reino de Chile mientras estuviera prisionero el rey, se convertiría con los años en el primer movimiento independentista.

[2]Diario Militar de José Miguel Carrera, Abril 25 de 1813.

[3]   Diario Militar de José Miguel Carrera, Abril 27 de 1814

[4]El paso de Bobadilla era un vado que abre el río en esa zona, que corresponde a lo que hoy es el Puente Maule,

[5]Diario Militar de José Miguel Carrera, Abril 28 de 1813

[6]  7 leguas corresponden a 28 kilómetros aproximadamente, una legua es una antigua unidad de medida que se determina en virtud a lo que una persona pudiera avanzar en una hora de camino, es decir aproximados 4 kilómetros.

[7]Cerrillo Caiván, es un monte que se ubica entre Chacarillas y El Parrón, en este lugar mientras se construía la carretera 5 sur, se procedió a realizar movimientos de tierra   para relleno, encontrándose diversos pertrechos de guerra tales como municiones, bayonetas y dagas.

[8]En este lugar existe una antiquísima casona, de propiedad de la familia Vásquez, que según el propio relato de una de sus dueñas, la señora Cleria Vásquez – quien actualmente vive en Venezuela – se habría guarecido el ejército patriota, incluso señala que existen cuerpos inhumados de soldados fallecidos.

[9]Este acuerdo se firmó entre españoles representados por el Brigadier Gabino Gainza y los brigadieres Juan Mackena y Bernardo O’Higgins representando al gobierno chileno, y correspondía a una tregua que disponía obligaciones a ambas partes, los patriotas se comprometieron a reafirmar su lealtad a Fernando VII y reconocerse como integrante de la Monarquía Española y retroceder sus tropas al norte del río Lontué , cosa que nunca ocurriría pues el ejército no se movería de Talca. Los realistas por su parte, aceptaban el gobierno chileno, retiraban sus tropas hacia el sur de Concepción y se definía una frontera infranqueable el Río Maule.

Nombres de la independencia

Cada uno de estos personajes tuvo un importante rol en la independencia de Chile y de sus acciones fue también testigo nuestra tierra