
Con la creación la nueva comuna, vino también la creación de la Policía de Seguridad Municipal. A pesar de que no existen antecedentes de fecha, si se puede afirmar que esta unidad, como lo dice su nombre, depende de la estructura municipal. Es dirigida por un comandante o prefecto electo directamente por el Presidente de la República, quien lo determina de una terna propuesta por el propio municipio. Los otros cargos tales como comisarios, inspectores y guardianes eran elegidos por el mismo municipio en un número que por ley y de acuerdo a la cantidad de habitantes de la comuna no podía sobrepasar los 25 integrantes. En este territorio habrían existido inicialmente un cuartel central y tres retenes ubicados en Duao, Maule, Callejones y Culenar.
En la sesión extraordinaria municipal – realizada el día 8 de enero de 1919, celebrada con la presencia del primer y segundo alcalde, Cupertino Gaete y Clodomiro Concha respectivamente, además de los regidores René Labbé, Ruperto Urzúa y Honorio Rojas – se procede a conformar una terna compuesta por don Guillermo Donoso, Simón Riquelme y Arturo Fernández. Enviada posteriormente al ministro de interior, con el propósito de que entre estos nombres se designe al comandante de la policía municipal. La respuesta del gobierno llegará meses más tarde, con la designación oficial de don Arturo Fernández V.
Si bien es cierto, la creación de esta unidad permite mantener un mayor orden, como así también brindar resguardo y seguridad a la población civil, definitivamente sus primeros años no serán del todo perfecto. Todo esto por la simple razón de que la Policía Municipal, carece de una organización bien estructurada, la cual pueda poner oportunamente límites y frenos en su proceder. Se cometen muchos abusos y faltas contra la población civil, el actuar de los policías simplemente no se condice con la responsabilidad y altura con la que deben desarrollar tal función, el perfil de estos, lamentablemente, no es el adecuado. Por lo mismo, muchos serán sancionados, castigados y una gran cantidad de ellos cesados en sus cargos, esto permitirá también que haya una gran rotación de personal en una institución sin bases ni estructura.
Esta circunstancia se ve agravada, no tan solo por no contar con el personal adecuado para cumplir tan delicada función, sino que además se debe lidiar con la carencia de recursos que permitan proveer de insumos y materiales para llevar adelante la labor. En el año 1921, el alcalde de la época don Carlos Concha, envía una sentida carta al Ministro del Interior don Pedro Aguirre Cerda, en donde explica no tan solo la condición de la comuna, sino que también la escasez de recursos con la que deben hacer frente a las necesidades de la población.
A partir del mes de abril del año 1927, la situación de las policías municipales cambiaría radicalmente con la creación del Cuerpo de Carabineros de Chile. Esta nueva organización vendrá a fusionar la policía fiscal y el Cuerpo de Carabineros en una sola institución con un mando unificado, organizado y con disciplina militar que dependerá directamente del Ministerio del Interior. En el caso de esta joven comuna, el gran paso se realizará un 16 de enero de 1928, fecha en la cual serán cesados en sus cargos los 11 integrantes de la policía municipal de Duao, pasando a conformarse el cuerpo de Carabineros de Maule, a cargo del teniente Carlos Labarca Carmona.
El libro de altas y bajas de la época, señala textual: “Enero 16, con esta fecha quedó de baja todo el personal de la Policía de Duao por reemplazarlo carabineros”. Esta simple nota firmada por su comandante, don Mauricio Letelier, quien había servido a la causa durante los últimos cuatro años, ponía fin a esta institución.
En Sesión extraordinaria del 4 de febrero de ese mismo año y bajo la administración del alcalde Carlos Garzena Dueñas, se estipula el pago de indemnización por años de servicios a todo el personal, el monto de ésta alcanzó a los 8.820 pesos. Como dato anecdótico se puede señalar que para ese entonces el funcionario más antiguo era el guardián 1°, Benjamín Amigo, que para la fecha de disolución tenía 12 años de servicio.
Con el paso de los años y la instauración de la nueva policía, la situación tenderá a mejorar sustancialmente, gracias a una mejor organización, como al esfuerzo de los municipios locales, quienes dispondrán recursos para la adquisición de terrenos para la instalación de cuarteles y retenes en los diferentes sectores de la comuna.